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07 Dec 2020 - 03:57

Cómo reducir el desperdicio en casa

Cada año, en nuestro país, se tiran 7,7 millones de toneladas de alimentos, bien sea porque estos tienen fechas de caducidad cortas, porque los envases son demasiado grandes, o porque dejamos que los alimentos frescos como la verdura o fruta se pongan feos…Vamos a proponerte algunos consejos para reducir el desperdicio de alimentos en casa.

Cuánto y qué se desecho

Según datos de la OCU de 2016, entre un 30 y un 50% de los alimentos comestibles acaban en la basura. Gran parte de ellos, alrededor de un 80%, se llegan a tirar tal cual se han comprado, y solo un 20% es de productos que ya se han cocinado y que han sobrado en la mesa.

Los alimentos que más se tiran a la basura, sin ser procesados (cocinados) son frutas y verduras, por no considerarlos que estén en buen estado por su aspecto. El pan es el tercer alimento que no aprovechamos en su totalidad y podríamos hacer muchas recetas antes de descartarlo.

Estos datos son alarmantes, ya que según la FAO, estos alimentos sobrantes implican un desperdicio económico para el consumidor, y una emisión de gases de efecto invernadero alrededor de 3.300 millones de toneladas al año a nivel mundial. Además, se estima que existe una pérdida de agua reservada al consumo humano equivalente a tres veces el volumen del lago de Ginebra, y que se utiliza para la producción de estos alimentos que finalmente no consumimos.

Conseguir reducir estos datos, pasa por hacer un cambio de hábitos en un mundo en el que hay tantas personas que padecen hambre diariamente. Pero ¿qué podemos hacer para reducir este gasto alimentario? Aquí van algunos consejos para conseguirlo.

1.     Planificar

Es primordial, planificar lo que vamos a comer, hacer un menú nos permite lograr una alimentación más equilibrada y estructurada, y por lo tanto evitar la improvisación. Del menú, podemos extraer una lista para poder comprar estrictamente lo necesario, y esto nos ayuda a evitar las compras compulsivas y permite que ahorremos en nuestro carrito de la compra.

2.     Almacenamiento

La manera de almacenar es importante ya que si lo guardamos correctamente podremos ver qué nos hace falta ¡a golpe de vista! Pero, además es muy recomendable que cuando llegamos a casa después de hacer la compra, ordenemos los alimentos, poniendo a mano aquellos cuya fecha de caducidad es más temprana, y los que son nuevos, en las zonas posteriores. Así daremos salida primero a aquellos que pueden estar cerca de su fecha de caducidad.

También es importante guardar correctamente los alimentos, lo correcto es que estén bien cerrados para evitar que entren insectos, o en recipientes adecuados para mantenerlos en buen estado dentro del frigorífico cuando ya los hayamos abierto.

3.     Reducir porciones

Si al recoger la mesa solemos retirar platos sin acabar, planteemos que quizás estamos poniendo cantidades de más. Por eso, una buena manera de reducir el desperdicio es sirviendo menos cantidad y así ajustaremos también las cantidades a la hora de cocinar. Si sirviendo menor cantidad a nuestra familia continúa quedando sobras cocinadas en la olla o sartén, podemos guardarlo en una fiambrera y refrigerarlo para comerlo en los próximos días, o congelarlo si no tenemos previsto comerlo pronto. Recuerda al hacer la lista de la compra de los siguientes menús que hay que tener en cuenta estos platos refrigerados o congelados y así podremos reducir el gasto.

4.     Frutas y hortalizas

Estos son los grupos de alimentos que más desperdicio suponen, y en gran parte no es porque no se puedan consumir, sino porque su apariencia no es la más adecuada. No debemos juzgar los alimentos por su apariencia. Con ellos podemos preparar batidos, macedonias, cremas… Hace un tiempo, se puso en marcha una campaña precisamente con la intención de reducir este gasto. Bajo el lema “Nadie es perfecto”, se trataba de agrupar aquellas frutas que por su aspecto podían ser rechazadas, y venderlas en una bolsa a un precio más reducido. Aunque no sean perfectas, esa fruta y esas hortalizas, se pueden comer igualmente, ya que mantienen sus propiedades y sabor.

5.     Creatividad en la cocina

Aprovecha los alimentos de arriba abajo, de lado a lado, es decir ¡aprovéchalos todo lo que sea posible! Y para ello, utiliza tu creatividad o, mejor, en estos tiempos: navega por internet para descubrir recetas de aprovechamiento. Por ejemplo, con ese pan que se ha endurecido, ¿qué te parece hacer unas ricas migas de pan de pastor, de las de toda la vida? Pero si quieres algo más exótico, puedes hacer algo similar, conocido como Bread Upma, que son migas indias. ¡Aquí no sobran ni las migas para las gallinas! 

Salsa de brócoli

Si te ha sobrado brócoli, puedes preparar una deliciosa salsa de brócoli para añadir a tus pastas o carnes. Sólo necesitas los troncos de esta verdura y queso parmesano. Cuece los troncos del brócoli hasta que estén tiernos, y después de escurrirlos, tritúralos con una batidora de mano, añadiendo un poco de queso y agregando agua de la cocción hasta conseguir la textura deseada. Rectifica de sal, y si quieres añade algo de pimienta o nuez moscada, ¡y ya tienes tu salsa lista!

Manzana asada

Con las manzanas puedes hacer esta tradicional y deliciosa receta, y además si deseas hacerlo de forma rápida puedes utilizar el microondas.

Lava las manzanas y quítales el corazón, pero déjalas sin pelar y colócalas en un plato. Mételas en el microondas durante diez minutos, al 80% de la potencia. Una vez asadas, puedes comerlas frías o calientes. Para el momento de consumo, puedes espolvorearlas con un poco de canela ¡y a disfrutarlas!

 

Reducir el desperdicio es cosa de todos y en Livinda estamos comprometidos con el Medioambiente, ¡empecemos con estos pequeños gestos para lograrlo!

Tags: Bienestar