Mantener la piel en buen estado depende de varios factores. Además de las cremas, los cuidados y rutinas faciales, es necesario también conocer qué otras cosas y hábitos pueden mejorar el estado de la piel. Acompáñanos para descubrir todos los factores que influyen ¡y mantendrás una piel hidratada por más tiempo!
La piel es el órgano más extenso del cuerpo. Es nuestra primera barrera defensiva y cumple además con varias funciones también importantes como reguladora del calor, almacén de agua y grasa, barrera contra la pérdida de agua y su capacidad sensorial. La piel no siempre es igual, va adaptándose a las circunstancias de cada momento. Está formada por varias capas:
Es la capa más externa, la que podemos tocar. Nos protege frente a la entrada de toxinas y bacterias.
Es la capa intermedia y contiene todos los vasos sanguíneos, nervios, glándulas sudoríparas… Esta capa se mantiene unida gracias a una proteína llamada colágeno. Gracias a esto la piel tiene más flexibilidad, aunque es firme y gruesa.
Es la capa más profunda de la piel y ayuda a conservar el calor, y a proteger el cuerpo de lesiones ya que ayuda a absorber el impacto de los golpes.
La piel seca puede ser una característica hereditaria. En este caso la piel produce menos sebo y la regulación de la hidratación está alterada.
También puede darse cuando exponemos la piel a factores que la resecan, como, por ejemplo, viento, frío, calefacción… de manera que la irrita. Incluso, aunque parezca contradictorio, usar agua durante mucho rato y a temperaturas altas, puede deshidratar la piel, así que es mejor una ducha corta y de temperatura moderada.
Para lograr que la piel recupere su hidratación habitual, en primer lugar, debemos evitar duchas o baños largos en agua caliente. Otras cosas a tener en cuenta son:
-Hidratar la piel diariamente con una loción hidratante adecuada para tu tipo de piel
- Utilizar humidificadores de ambiente para evitar espacios secos en tu hogar u oficina.
- Cuida tu alimentación:
- Incluye más frutas y verduras crudas: aportan vitamina C, un potente antioxidante que cuida tu piel frente a agentes oxidantes que pueden dañar el colágeno, que es quien confiere de elasticidad a la piel. Puedes encontrar vitamina C en alimentos como manzanas, fresas, naranjas, mandarinas, pimientos, tomates, kiwis, arándanos…
- Incluye alimentos que aporten Selenio, ya que también hace su función en la elasticidad de la piel. Entre estos se encuentran el pescado, los huevos, tomates, brócoli…
- ¡Más vitamina A! Es una vitamina que también forma parte de la formación de colágeno, por lo que ¡añade más alimentos con vitamina A en tu dieta! Por ejemplo, zanahorias, melón, boniato, calabaza…
- Omega 3. Este famoso ácido graso reduce los compuestos inflamatorios del organismo, y esto se traduce en una mejora a nivel general del estado de la piel. Puedes encontrar omega 3 en linaza, nueces, atún y salmón.
- Bebe suficiente agua. Agua o infusiones sin azúcares ni edulcorantes, ¡pero no refrescos ni zumos! La composición nutricional de los refrescos y los zumos es demasiado elevada en azúcares y otras sustancias que no son un perfil interesante para nuestro objetivo. Por ello, asegúrate de beber agua durante todo el día.
La piel es un órgano muy importante y mantenerla en buen estado es fundamental para garantizar que pueda realizar sus tan importantes funciones. Así que cuidarla es una prioridad. ¡Mantenla hidratada con nuestros consejos!