Todos sabemos que el deporte es salud. De hecho, la OMS recomienda a los adultos realizar actividades físicas aeróbicas moderadas durante al menos 150 a 300 minutos; o actividades físicas aeróbicas intensas durante al menos 75 a 150 minutos; o una combinación equivalente de actividades moderadas e intensas a lo largo de la semana. Ahora bien, si no acabas de motivarte para hacer deporte, te contamos algunos consejos y estrategias para que el ejercicio se convierta en parte de tu rutina.
Antes de iniciar una actividad siempre regular, debemos saber por qué y para qué lo hacemos. Realmente no tiene sentido empezar, seguir un día, la semana siguiente no, mezclar varios ejercicios sin sentido y dejarlo de nuevo porque entonces no tendremos ganas de seguir.
Escoger un objetivo realista es algo importante para empezar y seguir en esto del deporte, sin tener que llegar a competir o pasarnos los días en el gimnasio. Es decir, determinar si estamos por salud y si queremos avanzar en tal disciplina, si es por desconectar de nuestro trabajo, si queremos adelgazar x quilos, o bien nuestro objetivo es ganar masa muscular.
Por suerte, encontramos variedad de disciplinas en las que ejercitar nuestra actividad. Seguro que has probado algunas y no te han gustado, así que sigue intentando porque tendrás la tuya, la que te más te guste, te encante, te divierta y te motive para querer seguir siempre adelante.
Desde el running solo o bien en pareja, a las clases grupales como zumba, las que son algo más relajadas: pilates o yoga, las dirigidas como el crossfit o bien otras para disfrutar del aire libre como el senderismo y el ciclismo. Lee nuestro artículo con más ideas para salir de la zona del confort y moverse más.
Más allá de los objetivos y metas que quieres alcanzar con este deporte, establecer retos es bueno para que esa actividad no llegue a ser aburrida. Estos pueden ser aumentar el rimo de las clases, su dificultad, ir más veces al gimnasio, probar una actividad nueva y combinarla con otras, etc. así una vez los superes, verás que es posible y tendrás más ganas de practicarlo.
En el ejercicio, a veces más es peor. Es decir, queremos avanzar tan rápido que entonces nos pasamos y acabamos agotados. Dale al cuerpo lo que necesita, no más, porque entonces se cansará antes. Y siempre de forma progresiva para ir escalando posiciones cuando sea el momento. Sé paciente porque todo tiene su curso.
Algunas personas se aburren porque pasan tiempo solas con determinados ejercicios. Hay más formas de pasarlo bien y es el entrenamiento conjunto. Se puede hacer en pareja o bien junto a otras personas que también se divierten con la disciplina que has elegido. Entre todos, os acabaréis motivando, convirtiendo el deporte como un juego más que se realizar sin pensar, y pudiendo superar la marca del otro. Descubre los beneficios de los deportes de equipo.
Tampoco hace falta que tengas el último modelo, pero sí adquirir aquellos pantalones, camisetas y zapatillas deportivas que siempre has querido porque es una acción que te ayudará a seguir, iniciar o bien a renovarte en tu actividad pisando más fuerte y con muchas ganas.
Retos, motivaciones y la medición de nuestro progreso. Todo esto hará que tengamos nuevamente ganas de salir a correr o de ponerse a hacer abdominales a diario. Se empieza con el ejercicio que te gusta, registras tu actividad diaria, vas aumentando tu actividad física, llevas un seguimiento del progreso que haces semanal y mensual, y hasta puedes darte recompensas y regalos por haber superado la meta diaria. ¡Te lo mereces!
Muchas personas no son capaces de motivarse sin ayuda. Para esto, los entrenadores personales son aquellas figuras que nos idean un entrenamiento a medida, ven nuestros progresos, anotan qué hacemos bien y mal, nos corrigen y también nos motivan para que no dejemos el ejercicio antes de tiempo y sea algo progresivo en el tiempo. ¡Confía en ellos!
Para hacer deporte también hay que ser disciplinado. Si hacemos algo que nos gusta, nos va a costar menos, pero deberemos tener grandes dosis de paciencia, fuerza y ganas. Por esto hay que trazarse un plan y una rutina. En ella apuntamos los días y los horarios en los que haremos deporte, y debemos cumplirlo. Haz que la pereza no pueda contigo y esfuérzate para que el deporte forme parte de tus actividades diarias o bien semanales. Ni te darás cuenta, y lo harás sin pensar como cuando vas a comprar al supermercado o bien te levantas cada día para ir a trabajar.
Entenderás que el deporte no es una obligación, es todo un estilo de vida que permite estar mejor tanto física como psicológicamente. Si piensas en la cantidad de beneficios que ello tiene, como la descarga de endorfinas y la activación de la hormona de la felicidad, entonces verás que las ganas de hacer ejercicio vendrán solas. Ello siempre junto a una dieta que sea saludable.