¿Cuál es ese electrodoméstico que está todo el día encendido y nos protege la comida? ¡El frigorífico! Un gran invento que nos permite conservar los alimentos por más tiempo. Te hemos preparado una guía para que sepas dónde va cada alimento y como plus, unas ideas de almacenaje que siempre vienen muy bien.
Eso sí, siempre lee las instrucciones de tu nevera que te indicará cómo regular la temperatura y qué alimentos van en cada lugar. Y es que no siempre es igual tener una nevera de una puerta que una de gran capacidad o una de dos puertas. Incluso hay neveras con dispensador de hielo y se reorganiza el espacio para colocar los alimentos.
Nosotros te damos la guía que sirve para una nevera de una puerta. Sin tecnología ni pantalla táctil. Eso sí, ¡te sirve como base para cualquier nevera!
Es la zona de la nevera menos fría por su lugar y porque se suele abrir bastante a lo largo del día. En este lugar van los alimentos que necesitan ser refrigerados, pero a una temperatura un poco menos baja. Esos alimentos son: los huevos, la mantequilla, las salsas (como el ketchup, la mayonesa o la mostaza), las bebidas (como la leche, el zumo, refrescos o el vino) y las mermeladas.
En este lugar van los alimentos frescos y conservas. Por lo tanto, en este estante se colocan los embutidos, la pasta fresca, el paté, las conservas como las anchoas y los alimentos ahumados.
Alimentos que necesitan estar fríos, pero no tanto. Este es el estante de los lácteos. Aquí se colocan los quesos, los yogures y otros postres de cuchara, la leche (que no quepa en la puerta) y la nata.
La comida ya preparada y los precocinados van en este lugar. También los tuppers para el trabajo o para el colegio. Es el sitio ideal para manteneros fríos y en su mejor estado de conservación.
Todas las neveras, por norma general, enfrían más en la parte inferior, justo encima de los cajones dedicados a las frutas y verduras. Esto es así porque en esa zona se colocan las carnes y pescados. Son alimentos más perecederos que necesitan más frío.
En esta zona se guardan las verduras y las frutas que no necesitan tanto frío. De hecho, si las colocas en otro lugar, se te estropearán antes. Guarda estos alimentos sin cartones, bandejas de plástico o redecillas. Estos materiales estropean antes la fruta y la verdura. Es mejor que no haya ningún material de contacto.
Existen una serie de alimentos que se conservan mejor a la intemperie o que la exposición al frío altera su sabor y composición. Es el caso del chocolate, la cebolla, las patatas (con el frío, la fécula se vuelve azúcar y les da un sabor arenoso), el tomate, el plátano (se pone negro por fuera antes), los aguacates (se vuelven duros con el frío) y la miel (se altera su textura y su sabor).
Guarda algunos alimentos en tarros o en tuppers de cristal (el plástico puede alterar su sabor y luego cuesta más de eliminar los olores).
Existen cajas transparentes de diversos tamaños. Esto te vendrá muy bien para separar la fruta y la verdura ya que no pueden tocarse. La fruta emite unos gases que alteran a las verduras.
También hay contenedores con pinzas que se pueden colocar en los estantes y sirven como cajón extraíble. Geniales para separar quesos en lonchas, embutidos, o incluso conservas.
Mini envases para guardar alimentos específicos. Como ese medio limón que has usado para cocinar y te sirve para otro día, o un recipiente para guardar la mantequilla y que no se manche (y de paso, no tengas que ir separando el envase que lo cubre, ¡que todos hemos acabado manchándonos los dedos!).
Esperamos que, con estos consejos y guía, sepas cómo organizar la nevera. En nuestro blog puedes ver más temas de interés sobre la alimentación, el deporte y recetas. Como nuestra receta de bizcocho de canela y manzana, ¡sin azúcares!