Los excesos navideños vienen de la mano, para muchos, de situaciones incómodas como digestiones pesadas, hinchazón o irregularidad a la hora de ir al baño. Para que nada de eso te impida disfrutar de las comidas con los tuyos, te queremos compartir 7 sencillos consejos que te ayudarán a mantener una perfecta salud digestiva estas fiestas ¡Toma nota!
Cena de empresa, Navidad, merienda con los compañeros del gimnasio, cena de fin año, comida con las amigas de la universidad, y un largo etcétera. Es cierto que, en estas fechas, solemos tener más compromisos que de costumbre, y que, en todos ellos, la comida es el invitado estrella. Para nuestro cuerpo, esto supone un trabajo extra, por lo que nuestra salud digestiva puede verse alterada.
Aun así, si cogemos el calendario podemos observar que nos queda aún muchos días para recuperar algo de normalidad. Centra tus esfuerzos en añadir alimentos saludables y que ayuden a tu salud digestiva en estas otras comidas. Y no te agobies por lo que pueda haber en la mesa el día de Navidad.
¿Qué no debe faltar en estos platos?
¿Quién no ha tenido alguna vez la tentación de pasar de largo del desayuno e ir directo a los canelones y turrones navideños? Lejos de compensar nada, saltarse comidas hará que lleguemos con mucha más hambre, y quizás con un poco de ansiedad. Esto, a la vez, se relaciona con una mayor ingesta alimentaria que favorece la aparición de ardor de estómago, hinchazón y otras molestias digestivas.
Si quieres beneficiar a tu salud digestiva puedes preparar un desayuno más ligero si te levantas tarde. Asegúrate de incluir algo de fibra que te ayude a llegar bien a la comida. Prueba con una tostada de pan integral con queso fresco y aguacate, o bien con un bol de yogur natural con copos de avena y fruta troceada.
Tomar la copa de licor después de una comida copiosa no mejora las digestiones, a diferencia de lo que habíamos escuchado siempre en las reuniones familiares. De hecho, el alcohol es una de las sustancias que más inflamación produce a nuestro estómago, así como a otros órganos y sistemas.
Hay que añadir, además, que las bebidas alcohólicas producen picos de azúcar en sangre que pueden aumentar nuestro apetito y la preferencia por alimentos nada saludables.
¿Nuestra recomendación? No te prives de la copa de vino o el vaso de licor si así lo deseas, pero empieza la comida quitando la sed con un buen vaso de agua. Y por supuesto, si no bebes alcohol, ¡mucho mejor! Ni es obligatorio, ni saludable.
Si tienes opción de participar en la elección del menú de Navidad, puedes proponer un aperitivo nutritivo, formado por alimentos saludables, y rico en fibra, que favorezca la digestión, cuide la microbiota intestinal y ¡tu salud digestiva!
Te damos algunos ejemplos:
¡Ya ves que un aperitivo sano puede ser igual de sabroso y atractivo! Si necesitas más inspiración, no dudes en consultar más propuestas de aperitivos navideños con manzana.
Cuando compartimos mesa con otra gente, solemos prestar menos atención a la velocidad a la que comemos, y eso puede empeorar la digestión. Espaciar un poco los bocados nos ayudará a prevenir la sensación de hinchazón, y a sentirnos antes saciados, sin tener que engullir grandes cantidades.
En estas comidas, no se trata solo de qué comemos, sino de cuánto. Y es que con platos tan apetecibles, y una buena conversación, acabamos repitiendo o comiendo más de la cuenta. Procura que te sirvan una ración adecuada, teniendo en cuenta que probablemente degustéis varios platos. No tenemos por qué acabar con todo lo cocinado en ese momento. Ya sabemos que podemos guardar la comida, congelarla o reaprovecharla para otras ocasiones.
Este es quizás el momento más complicado de la comida. ¿Quién puede resistirse a un buen de turrón de chocolate o a ese polvorón que lleva un año sin probar?
No te prives de comer nada de eso, pero añade primero una bandeja de fruta variada encima de la mesa. Puedes probar con mandarina ya pelada y cortada a gajos, trozos de manzana, uvas, kiwi y un poco de piña.
Salir a dar un paseo, por cortito que sea, ayudará a que nos sintamos menos pesados. Aunque no puedas mantener tu rutina habitual de deporte, aprovecha cualquier excusa para moverte y facilitar así las digestiones. Alargar el paseo con el perro, cambiar el ascensor por las escaleras, bailar, dar una vuelta por la ciudad…. ¡Cualquier actividad que te motive es buena!
Esperamos que puedas poner en práctica estos sencillos consejos, y que nada te impida disfrutar de estas Navidades con los tuyos. ¡Todo el equipo de Livinda te desea unas Felices Fiestas!